miércoles, 18 de febrero de 2009

Y todo a pulmón....

Acto escolar patriótico en Escuela Nº 38 de Antártida Argentina.
También realizan la Olimpíada Matemática, trabajan en el programa Globe de investigación,entre tantas otras actividades que desarrollan durante el año que viven en ese inhóspito suelo.
Felicitaciones a todas las familias que han pasado por ese lugar tan lejano y frío de mi Patria pero tan cálido en sus sentimientos y corazones como en el mío.
Agradezco al Suboficial Mayor Dr. Juan Carlos Luján ( Base Marambio) y a la Sra. Giuliante, esposa de Tte Coronel Arguello ( Base Esperanza) por la información que me brindan.

Desplegando la Bandera Argentina

La foto lo dice todo.

El sueño se va haciendo realidad

Aquí la dotación a cargo del Teniente Coronel Arguello, en quien han confiado la construcción de la Escuela Nº 38 de Base Esperanza.

Reafirmando nuestra Soberanía.

Desde pequeña sentí una atracción especial por ese lugar tan al sur de nuestro país " La Antártida Argentina".
Hoy con ojos y oídos de adulta continúo con esa fascinación por nuestro sector helado. Hace unos meses atrás me enteré que la escuelita de Base Esperanza iba a ser construída a nuevo y grandes fueron mis espectativas hasta ayer que me llegaron las fotos , la emoción me superó y recién hoy pude subirlas; disfrutenlas!!!
Hoy quiero que la palabra sea la propia imagen.

jueves, 12 de febrero de 2009

LOS INSULTOS

"Cuando mi padre estaba agonizando, yo tenía sólo nueve años. Me pidió que me acercara a su lecho y me murmuró al oído: Hijo, no te dejo mucho, al menos no en cosas terrenales. Pero tengo algo para contarte, algo que a mí me dijo mi padre en su lecho de muerte. Me ha ayudado muchísimo; siempre ha sido mi tesoro. Aún no estás muy maduro; tal vez no entiendas lo que digo, pero consérvalo, recuérdalo. Alguna vez crecerás y entonces podrás comprender. Ésta es la clave que abre las puertas de grandes tesoros."
Por supuesto que el hijo no podía entenderlo en ese momento, pero fue esto lo que habría de modificar toda su vida.
Y su padre dijo algo muy simple : "Cuando alguien te insulte, hijo mío, dile que meditarás acerca de ello durante veinticuatro horas y después volverás para responderle."
El hijo no podía creer que esto fuera una clave tan importante y tan valioso que debiera recordarlo. Pero, como eso fue algo dicho por su agonizante padre, que tanto lo había amado y que, apenas lo dijo, dio su último aliento pues quedó grabado en él. No podía olvidarlo.
Cada vez que se acordaba de su padre, recordaba su frase. Sin comprenderla realmente, comenzó a practicarla. Si alguien lo insultaba meditaba respecto a ello durante veinticuatro horas. Es lo que le había dicho su padre, que ya no estaba aquí.
Decía: "Meditar durante veinticuatro horas me ha aportado las más claras visiones de mí mismo. A veces, he descubierto que el insulto era correcto, que eso es lo que soy. Entonces, buscaba a la persona y le decía: 'Señor, gracias, tenía usted razón. No fue un insulto, sino sólo un comentario sobre algo real. Me llamó estúpido, y lo soy'. O a veces me ha pasado que meditar durante veinticuatro horas me llevaba a darme cuenta de que se trataba de una absoluta mentira. Pero, cuando algo es mentira, ¿por qué ofenderse? Entonces, nunca iba a decirle a esa persona que había mentido. Una mentira es una mentira, ¿por qué molestarse por ella?"
La contemplación y la meditación, poco a poco, lo volvieron más atento a sus propias reacciones que a las de los demás.
Osho.